Dejé de ser una Niña

A los 8 años, en el 1999, apenas terminaba el 3er grado de primaria; fue en la noche de navidad que mi hermana mayor, kelly, (con la que hasta ese entonces dormiamos juntas) viajó a otro país, Estados Unidos, desde entonces la cama y la habitación quedó para mi, fui perdiendo el miedo a la oscuridad y tenia que hacer la cama yo sola.

En el mes de octubre del 2001, justo antes de cumplir los 10 años; hubo otro viaje pero esta vez era mi padre el que se alejaba de mí, pues él tenía que conseguir un trabajo estable, el cual yo no era capaz de comprender.

En el colegio todo era diferente para mí, desde su partida; en las reuniones siempre mis amigos iban con sus padres y yo sólo con mi mamá; y cuando a profesora nos preguntaba de que trabajaban nuestros papás, ellos siempre decían: empresario, ingeniero, bombero, profesor, doctor, etc.; y yo no sabia de que trabajaba el mió.

Cuando hacían las preparaciones para la fiesta de promoción, a los 12 años, yo no quería ir, pues los profesores y demás decían: “las niñas bailarán con sus padres y los niños con sus madres”; mi papá me dijo, cuando hable con él por teléfono, que yo bailaría con mi abuelo o alguno de mis tíos y yo no acepté, le dije que si él no podía estar conmigo ese día de la fiesta, yo no iría y no bailaría con nadie más que con él.

Así fue que empecé a tomar mis propias decisiones por mi misma y era un poco más rebelde tanto con mi madre y con los profesores en el colegio ya en la secundaria.
Me di cuenta de muchas cosas, entre ellas que mi padre no regresaría pronto y que ya dejaba de ser una niña que tenia que estar con su padre todo el tiempo; aprendí muchas cosas que probablemente debí aprenderlas con él.